El restaurante tiene unos pescados del Ártico que son un manjar, ¡casi se me hace agua la boca solo de pensarlo! Además, el desayuno es una maravilla, abundante y deliciosa, muy recomendable. Los chicos del bar, como Gina, realmente le ponen sabor a la experiencia, siempre listos para ayudar.

Pero ojo, no hay ascensor y tuvimos que arrastrar nuestras maletas hasta el tercer piso. También, ¡qué pena que no nos avisaran que el jacuzzi estaba cerrado! Pero aunque esos detalles chirriaban un poco, todo lo demás brillaba.

no dudaría en volver

La habitación era amplia y cómoda, con todas las comodidades que uno espera. Disfrutamos un desayuno riquísimo y abundante con buen café. El personal fue super amable y nos ayudó con todo, especialmente durante la cena de fin de año. El pub Barentz tiene un ambiente genial y un par de chicos que hablan español, ¡todo un lujo!

Vamos al grano, lo bueno y lo malo

Las vistas desde el restaurante son impresionantes y el desayuno es sobresaliente. Sin embargo, el servicio puede ser lento durante las horas pico y las habitaciones presentan problemas de temperatura. A pesar de las deficiencias, el personal es amable y siempre dispuesto a ayudar.

El bufé del desayuno fue excepcional y el personal fue siempre amable. Sin embargo, el acceso a algunas habitaciones es complicado, especialmente para personas con movilidad reducida.

Una experiencia inolvidable en familia

Nuestra estancia fue realmente especial. El desayuno buffet era excepcional, y las vistas desde el restaurante nos dejaron sin aliento. Además, el equipo de recepción siempre estuvo dispuesto a ayudar, haciendo que nos sintiéramos bienvenidos.

Sin embargo, nos encontramos con el inconveniente de que el baño de nuestra habitación no tenía perchas para las toallas y el acceso a la habitación estaba un poco complicado, especialmente para personas mayores.

Hotel excelente con ubicación inmejorable y un personal encantador que resuelve todo. La habitación era amplia y cómoda, y el desayuno era abundante y delicioso, perfecto para comenzar el día en este hermoso lugar polar.

El agua de la ducha estaba tan caliente que podría hervir un huevo, ¡cuidado con las manos!

la habitación era un verdadero laberinto, y subir esas escaleras con maletas fue un deporte extremo. el personal no entendió nada de español, una decepción en un lugar turístico. toda esa experiencia y ni un detalle de cortesía. realmente, ¿es demasiado pedir un pequeño gesto? no, no lo es. estaba lista para dejar buena reseña, pero no pude.

El hotel tiene un restaurante con vistas espectaculares y una sala de recepción muy bonita. Sin embargo, las habitaciones son algo antiguas y la ducha es pequeña. A pesar de estos detalles, el hotel está limpio y su personal es amable.

La ubicación es ideal para recorrer Longyearbyen. Justo al lado está el restaurante con vistas espectaculares que disfrutamos mucho, y además, tuvimos la suerte de conocer a algunos empleados que hablaban español, lo cual facilitó nuestra estancia muy gratamente. Viajé con mi prometido.

Mi mujer dice que sería genial que hubiera un ascensor en el hotel para facilitar el acceso a las habitaciones.

Las camas son cómodas, pero el acceso a nuestra habitación fue complicado.

Una estancia encantadora con vistas impresionantes

Tuve una experiencia inolvidable aquí. Las vistas desde el restaurante son simplemente espectaculares y el desayuno ofrece variedad, aunque podría mejorar con opciones vegetarianas. El personal es increíblemente amable, siempre dispuesto a ayudar. Recomiendo llevar ropa cómoda y ligera para disfrutar del sauna después de un día de exploración.

Tuve una buena experiencia explorando el menú de fusión en el restaurante. Los pescados del Ártico estaban bien preparados y el ambiente fue acogedor después de un día en la nieve. Me gustaron las vistas desde el comedor. La atención del personal fue amable y útil, especialmente cuando necesitaba recomendaciones. El desayuno era abundante y me ayudó a empezar bien el día. Sin duda, fue un lugar donde uno querría volver.

El acceso a algunas habitaciones puede ser complicado, sobre todo para personas mayores. No había suficientes perchas en el baño para las toallas, lo que fue un inconveniente.

El restaurante Nansen ofrece una experiencia culinaria que mezcla la fusión nórdica con un toque de aventura. La cena fue impresionante, con pescados del Ártico que parecían nadar en el plato, y una cervecita local que hizo que el frío exterior fuera solo un recuerdo.

Acceso complicado

Tuvimos una estancia increíble, especialmente disfrutamos del desayuno, ¡era rico y abundante! También, la atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar en cualquier inconveniente.

El desayuno es rico y el personal amable. Pero el lavabo es muy pequeño.